PATRICIA ZAMBRANO
Patricia se dedica a construir su conciencia, a entender que nada tiene significado sino el que nosotros le otorgamos. ¿Qué ocurre al cuestionar quiénes somos realmente? Descubrimos que somos nada y todo a la vez, simplemente existimos. La luz, la energía que une nuestros átomos, electrones y núcleos, nos habla.
A través de prácticas meditativas busca maneras de llevar una vida más plena. La arcilla le enseña a desapegarse, a entregarse, a soltar el control, a fluir. La arcilla es suave, tierna, y le libera de su mente llevándola a meditar. Le gusta llamarse aprendiz y está interesada en la oportunidad que cada momento presenta: la oportunidad de escuchar, de estar aquí y ahora, de perdonar, de aceptarse a sí misma y a cada circunstancia que la vida le presenta, para poder fluir por la vida con facilidad. Un espacio llamado amor.
No está interesada en juzgar, cree que cada acto humano es una expresión de amor o un llamado hacia él, ¿por qué́ juzgar entonces? Busca la inocencia, creando nuevos sistemas de pensamiento que rompan el miedo y la culpa que oscurecen la felicidad. Y no hay felicidad sin perdón. Su proceso se convierte en su mitología personal. Sus esculturas se convierten en el reflejo de sus creencias inconscientes. Hay un ritmo en la vida, un baile cósmico que, a veces, simplemente tienen que confiar.

