La resignificación de un objeto se sustenta en la disquisición, las fronteras semánticas son las que permiten alterar el sentido particular de algo cuyo significado depende de la circunstancia en el que se le ubica.
A través de la resignificación, se pretende encontrar un significado nuevo. Claudia Huizar, se caracteriza por la compilación de elementos que conforman su cotidianidad y por medio de su arte los transforma en surrealistas imágenes que nos llevan a la reflexión. La artista incita a los espectadores a crear sus propias interpretaciones de sus obras, con las que no da respuestas, sino que crea preguntas, por lo tanto, logra la perpetua resignificación de sus creaciones por medio de la reinterpretación que hace cada uno hace de ellas.
Definir a Claudia Huizar resulta sorprendentemente difícil, detrás de la belleza y la encantadora personalidad de la artista habita un personaje tímido, reservado, analítico, que observa el mundo con avidez. Claudia es inteligente, apasionada, melancólica, conceptual, un cúmulo de cualidades que la hacen extremadamente sensible.
Claudia Huizar
La obra de Huizar puede considerarse Neosurrealista porque a diferencia del surrealismo las imágenes no están distorsionadas por el efecto onírico, más bien parecieran recuerdos por suceder. Como en el hermetismo, en la obra de Huizar encontraremos siempre el mensaje encriptado, el símbolo oculto, el signo presente. Los colores que hablan y a veces gritan de emoción, son parte del mensaje psicológico que representan y que la artista domina.
Según Adolfo Vásquez Rocca en el arte conceptual las ideas sobresalen de la obra. Es decir, el proceso material es simplemente un recurso más para lograr un concepto. El filósofo sostiene que la verdadera obra de arte es la idea, el arte conceptual es un arte crítico y corrosivo, pues se enfoca en lo mental. En el caso de Claudia Huizar, ella desmaterializa el objeto artístico dando pie a una noción intelectual. No obstante, no descuida la parte pictórica, puesto que conjuga las nociones mentales con las composiciones plásticas. De algún modo, la pintora define su trabajo por medio de líneas discursivas que permean en toda la tela. Sus creaciones pueden abordarse desde una lectura teórica o desde una apreciación técnica.
En definitiva, el arte de Claudia Huizar nos lleva por dos caminos; el plástico y el conceptual. Asimismo, nos deja abiertas infinitas posibilidades de representación de una idea. Para la autora la especulación estética es primordial en sus producciones. El qué tiene más relevancia que el cómo. La artista entiende los temas que imagina y pinta. Sus conceptos quedan manifiestos con un lenguaje formal que cuestiona el estatuto existencial de lo representado. Observar sus cuadros es mirar la concepción de sus ideas más subjetivas. La creadora pretende que sus piezas sean vistas y entendidas a través de caminos no tradicionales, tales como idearios e imaginarios. Su propósito consiste en hacernos comprender el arte como una actividad de pensamiento.